viernes, 20 de marzo de 2015

Será por celebraciones...

Hoy es día escuela... y de muchas cosas más.

Lo primero, Santa Alexandra, que además de ser una de las alumnas que forman parte del equipo de Primaria en mi clase, es un  nombre precioso.

En lo astronómico, también es el último día del otoño, el equinoccio, la Superluna y el eclipse. Nos ha venido bien para hablar de la meteorología, el clima y el tiempo atmosférico (que es el tema actual de Naturales) así como de la formación de palabras equi (igual) noccio (noche).

Por si fuera poco, es el día de la narración oral y para celebrarlo he decidido hacer dos actividades con mis chicos. Con los mayores, hemos hecho una salida al entorno y bajo una cueva les he contado el imponente cuento de Juul. Me consta que, como siempre que lo he trabajado, les ha llegado muy dentro... ¿quizás demasiado?

Hemos hablado juntos, cerca, en círculo y mirándonos a los ojos. Las reflexiones y experiencias relatadas han sido duras pero muy enriquecedoras. Por supuesto, hemos precisado de nuestro Emocionario para leer lo que sentíamos y conocernos un poco mejor (tristeza, compasión, empatía, nobleza, respeto...)

No podía dejar que la actividad terminara con lágrimas en los ojos y les he preguntado qué les hace felices. Qué palabras y qué gestos. Han empezado a surgir las primeras sonrisas.

Después he empezado con un juego dramático que conocen bien. Hacer circular frases imitando voces de los compañeros, mirándonos a los ojos y transmitiendo la energía y el sentimiento. Sin explicarlo, lo han entendido perfectamente: "No estás sólo", "Te necesitamos", "Somos un equipo", "Vales mucho", "Estamos orgullosos de ti"... En ese momento, no paraban de venir frases increíbles a la cabeza. Ahora mismo creo que no he sabido reproducir ninguna.

Al levantarnos y emprender el camino de vuelta a la escuela, se han abrazado entre algunos, he visto miradas cómplices y caricias. Hemos reflexionado si esa hora había sido una hora para olvidar o nos había servido para algo (por un momento, he temido lo peor). Todos han coincidido en que han aprendido y han reflexionado. Y, a mí, con eso, me basta.

Después hemos ido trotando, saltando y corriendo hasta la escuela. Soltando todo aquello que nos ata.

Por la tarde, he estrenado uno de mis cuentos con todos mis alumnos. Un momento especial que sólo quiero compartir con ellos. Y han hecho su propia versión de "contar cuentos"... con cuentos tradicionales.

Hoy es día escuela, día cuentos, día eclipse, día equinocio y... día felicidad.

Así que, ¡feliz día escuela!

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